Yo soy Silbatín Despertador, un pequeño silbato en un baúl oscuro. ¡Puf, puf! Me sentía inútil, nadie me soplaba. Quería sonar, hacer música mágica. Así que me moví, me sacudí: ¡Shhhh, shhhh! Intenté con todas mis fuerzas, pero solo salió un soplido suave. Ay, ay, ay, ¿podré yo silbar?