Yo soy Regaderín, una regadera rojiza y remendada. Vivo en el cobertizo, donde hace un poco de frío y oscuro. Antes, regaba las flores, ¡Plin-plof!, pero ahora mi pitorro está roto y me siento muy inútil. Las flores me miran con sus ojitos tristes y yo solo puedo suspirar, ¡Sssshhh!, sin poder darles ni una gota de agua. Me siento solo, solo con mi óxido y mis recuerdos.