Desde mi rincón oscuro, el cajón de la cocina, lo veo todo. Veo cómo los tenedores sueñan con pastas y los cuchillos con tartas. Pero la más especial es Paleta, una cuchara de helado con rayas de mil colores. Ella siempre está brillante, esperando su momento, y yo, el viejo cajón, la escucho suspirar bajito. Hoy es un día diferente, un día soleado que promete dulces sorpresas. ¿Será que hoy Paleta vivirá una gran aventura? Yo creo que sí, y mi madera lo siente.