Yo soy Mumo, un pequeño susurro que brilla, y siempre llevo conmigo veinte hilos de plata que danzan a mi alrededor. Aquí, en esta playa tranquila, mientras el sol se despide con colores de fresa y naranja, mi corazón busca el destello más bonito para que el atardecer sea aún más mágico. El mar hace un sonido suave, un sussurro, mientras las olas besan la arena. De repente, ¡ahí está! Una chispa diminuta, como una estrella caída, que baila en una concha de nácar. La miro y la quiero tanto que la guardo en mi pequeño bolsillo de hoja, ¡un poquito lento para mostrarla!