Yo era Podom, una nubecita curiosa con un lazo rosa que adoraba los dulces, pero a veces, ¡flotaba sin querer! Un sábado soleado, me encontré en un mercado colorido lleno de risas y olores a fresas y pan. Mi misión era clara: encontrar la baya más jugosa de todas. Vi un puesto con unas bolitas brillantes y rojas, ¡seguro eran ellas! Intenté acercarme, flotando y estirándome, pero era demasiado alto. Subí, subí, hasta que ya no podía más. ¿Qué podía hacer una nubecita curiosa como yo? Intenté uno… pero solo logré alejarme más, bailando entre los globos.