Yo, el viento del desierto, lo vi todo. Vi cuando Duna, una pequeña duna de arena, se sentía un poco solitaria en el vasto desierto. ¡Sssshhh! Su arena susurraba al moverse, buscando algo, cualquier cosa que la hiciera sentir menos sola. Duna era una duna, sí, pero también era un corazón de arena que anhelaba una aventura. Duna suspiraba con cada ráfaga, Duna soñaba con un propósito, Duna deseaba una chispa de magia en su vida.