En la víspera de Halloween, en una huerta llena de calabazas redondas y naranjas, vivía un calcetín de rayas llamado Patoso. ¡Era muy juguetón! Pero tenía un problema muy peculiar: siempre se resbalaba de la cuerda de tender la ropa. ¡Puf, Patoso! Sus rayas de colores bailaban al viento mientras se aferraba, pero la cuerda era tan lisa y él tan resbaladizo. Con la luna de Halloween asomando, Patoso sintió un cosquilleo en sus talones, ¡sabía que su gran aventura estaba a punto de empezar!