En la colorida feria del barrio, donde los puestos parecen pinturas y las personas pasean pacíficamente, vive Pichona, una paloma muy curiosa. A Pichona le encanta volar, pero lo que más, más le gusta es el dulce y delicioso aroma de las tortas fritas recién hechas. ¡Mmm, qué aroma tan sabroso! El aire se llena de ese olor a masa frita y azúcar, y Pichona lo aspira con su pequeño pico, sintiendo cómo le alegra el corazón. Para ella, ese olor no es solo comida; es una promesa, una melodía invisible.