Chispa, el pequeño dragón, vive en un bosque muy verde y húmedo. Un día, hacía mucho, mucho frío. Los animalitos, como el pequeño ratón Ramiro, tiritaban. Chispa sintió un cosquilleo en su nariz. —¡Achís! —hizo Chispa, y una chispa pequeña salió de su nariz, tocando unas hojas secas. Ramiro miró las hojas, que ahora se veían un poquito tostadas y... ¡calentitas! —¡Oh! —susurró Ramiro, sorprendido. —¿Qué es esto, Chispa?