Yo, Sartén Chispeante, era una pequeña sartén de juguete, ¡sí, sí, yo! Un día, en la cocina de juego, el sol me dio de lleno. ¡Uf, qué súper-cálido se puso mi asa roja! Sentí un cosquilleo divertido. De repente, las miguitas de pan que se habían caído dentro de mí empezaron a… ¡bailar! ¡Pling, pling, pling! Y con cada pasito de miga, ¡zas! una pequeña chispa de luz saltaba. ¿No era mágico? Descubrí que podía hacer brillar pequeños rayitos de luz. ¡Era mi secreto, mi súper-poder más chispeante!