Soy Nubelet, una nubecita suave, suave, que flota y flota por el cielo azul. Un día, ¡quiero hacer un arcoíris! Un arcoíris brillante, brillante, para todos. Pero solita, mis puff-puff no bastan. Veo a un elefante gigante, gigante, con trompa larga.
—¡Hola, amigo Elefante! —le digo con mi voz de nube—. ¿Puedes empujar el sol para que salga el arcoíris?
El Elefante me mira, hace ¡Brrrrrrum! con su trompa y trata de empujar el sol... ¡pero el sol está demasiado lejos! ¡Oh, oh! ¡No funciona! Él se rasca la oreja con su pie. ¡Qué gracioso!