Con una nueva confianza, empiezas tu mini-epopeya nocturna. Cada vez que borras un dibujo, ya sea un número o una letra, lo haces con más propósito. El polvo de estrellas cae como una lluvia mágica, creando un sendero luminoso que serpentea por el suelo, guiando a Risitas y a sus amigos ratoncitos. Los ratoncitos ríen y juegan entre las pequeñas estrellas efímeras, que brillan como luciérnagas dormidas. Te sientes fuerte y especial, como el faro más brillante del océano nocturno.
Finalmente, con el aula llena de un suave resplandor estelar, tú, Luminoso, te recuestas en un rincón. La luna te envía un guiño cómplice. Sabes que tu magia no es solo para borrar, sino para crear belleza y alegría. Tu corazón de estrella está contento y tranquilo. Los ratoncitos se acurrucan junto a las constelaciones, listos para soñar. ¡Luminoso borra, y la magia siempre aflora! Te duermes, sabiendo que eres mucho más que un simple borrador.