Te acercas despacito, pero esa nube es tan grande y oscura que te da un poco de miedo. ¿Qué habrá detrás? De repente, ¡Zzzzip!, aparece Lumi, una luciérnaga valiente con su propia luz. —¡Hola, Nimbo! ¿Por qué estás tan quietecito? —pregunta Lumi, revoloteando. —Tengo un poco de miedo de esa nube —susurras tú. Lumi se ríe con un ¡jijijí! —¡No te preocupes! ¡Con mi luz, podemos intentarlo! Un poco de luz no le hace daño a nadie, ¿verdad?
Ahora, con la luz de Lumi brillando a tu lado, te sientes un poquito más valiente, pero la nube oscura sigue siendo imponente. Justo entonces, ¡Swoosh!, una estrella fugaz llamada Estela se desliza con una cola de purpurina. —¡Eh, amigos! ¿Necesitan un empujón de velocidad? —dice Estela con un brillo. —Queremos pasar la nube grande —responde Lumi. —¡Claro que sí! Con un poco de velocidad y mi brillo, ¡será pan comido! La valentía es como mi cola: ¡cada vez más larga y brillante cuando la compartes!