En la Escuela de Magia de la Niebla Dulce, vivía Violeta. Era una brujita aprendiz con el sombrero torcido. Su caldero hacía “blup-blup” cuando estaba nerviosa. Era una noche de Halloween. Ella quería impresionar a su maestro, Don Marmus. ¿Crees que esta poción funcionaría?
En la Escuela de Magia de la Niebla Dulce, vivía Violeta. Era una brujita aprendiz con el sombrero torcido. Su caldero hacía “blup-blup” cuando estaba nerviosa. Era una noche de Halloween. Ella quería impresionar a su maestro, Don Marmus. ¿Crees que esta poción funcionaría?
Primero, Violeta mezcló el Elixir de Invisibilidad Total. ¡Y algo inesperado pasó! Su gato naranja, Calabaza, desapareció. ¡Solo su cola flotaba por el aire! Luego, ella preparó el Soplo de Vuelo Rápido. ¡Y algo inesperado pasó de nuevo! Las escobas del aula volaron como globos risueños.
Primero, Violeta mezcló el Elixir de Invisibilidad Total. ¡Y algo inesperado pasó! Su gato naranja, Calabaza, desapareció. ¡Solo su cola flotaba por el aire! Luego, ella preparó el Soplo de Vuelo Rápido. ¡Y algo inesperado pasó de nuevo! Las escobas del aula volaron como globos risueños.
Con un suspiro, Violeta hizo la tercera poción. Era un Perfume de Calma y Concentración. ¡Y algo inesperado, pero hermoso, pasó! El caldero cantó “¡pop!” y explotó en una nube de flores. Jazmines y miel llenaron todo el aire. Violeta pensó que había fallado, pero Don Marmus ya venía.
Con un suspiro, Violeta hizo la tercera poción. Era un Perfume de Calma y Concentración. ¡Y algo inesperado, pero hermoso, pasó! El caldero cantó “¡pop!” y explotó en una nube de flores. Jazmines y miel llenaron todo el aire. Violeta pensó que había fallado, pero Don Marmus ya venía.
Don Marmus vio las escobas flotando. Vio las flores y las abejas por todas partes. Vio a Violeta sonriendo. Él le dijo con ternura: “Violeta, tu magia no está en las fórmulas. ¡Está en tu corazón alegre!” Desde ese día de Halloween, Violeta se convirtió en la brujita que creaba pociones de felicidad.
Don Marmus vio las escobas flotando. Vio las flores y las abejas por todas partes. Vio a Violeta sonriendo. Él le dijo con ternura: “Violeta, tu magia no está en las fórmulas. ¡Está en tu corazón alegre!” Desde ese día de Halloween, Violeta se convirtió en la brujita que creaba pociones de felicidad.
