Yo soy PintaSueños, un lápiz de cejas con un alma muy curiosa. Vivo en el tocador de la mamá, justo al lado del brillante labial rojo y del polvito de hadas. Cada mañana, veo el mundo despertar desde mi cómodo estuche. Mis días suelen ser tranquilos, observando cómo mamá se prepara, pero hoy, una sensación diferente me pica la punta. Siento que algo nuevo y emocionante está a punto de suceder, como cuando una burbuja de jabón está a punto de estallar, llena de colores.
De repente, un vapor tibio y suave empieza a salir del baño. Es el espejo, que se empaña como una ventana en un día de lluvia, invitándome a explorarlo. —¡Qué misterio! —le digo a CepilloSuave, un cepillo de maquillaje que siempre está a mi lado—. ¿Crees que hay algo más allá de ese velo blanco? CepilloSuave solo murmura un suave shhh con sus cerdas, pero mi corazón de grafito ya está decidido. Con un pequeño salto, me deslizo fuera del estuche, rodando con cuidado por la superficie pulida del tocador, hacia la puerta del baño.