Yo soy Pico, un chispazo de alegría que brilla muy suave. Llevo un sombrerito de hojas y mis alitas revolotean como mariposas. Hoy, mientras exploraba el bosque amable, donde los árboles parecen susurrarme secretos, ¡vi algo brillante! Un objeto redondito que brillaba ¡Clinc-clinc! Era tan bonito, como una pequeña estrella caída en la hierba suave. Lo tomé en mi mano, sintiendo su calor. —¡Qué hallazgo más especial! —me dije con mi voz chiquitita.