Yo soy Cristalina. Soy una pizca de sal, muy chiquitita. Vivo en un salero de cristal, ¡frente al mar! Miro las estrellas, brillando, brillando. El viento sopla suave, ¡Fshhh! —¿Qué es eso tan brillante? —pregunto yo. —Son las estrellas, Cristalina, ¡luces de la noche! —susurra el mar. ¡Qué bonita noche!