Cuerdita, la cuerda de saltar, cuelga callada en el patio. Ay, Cuerdita, Cuerdita, qué sola estás tú. Nadie la usa, nadie la salta. ¡Qué pena! Ella sueña con bailar, con volar. Un día, el viento vuela suavemente, vuela y la vuelve a mirar. ¡Uyyy! El viento la mueve un poquito, ¡casi la tira! ¡Qué cosquillas!