Costura era un pequeño botón de chaqueta, descosido y olvidado, que vivía en el fondo de un armario oscuro y silencioso. Se sentía muy solo, tan solo como una gota de rocío en el desierto. Un día, sin querer, ¡pum!, rodó. Rodó y rodó por el suelo polvoriento, y algo mágico ocurrió. Los pequeños hilos de luz que se colaban por una rendija, al pasar Costura, ¡se unían! ¿Quién iba a pensar que un simple botón podía hacer algo tan extraordinario?