Calabaza Mimosa era una calabaza muy, muy grande que se sentaba orgullosa en la entrada de una casa, esperando la víspera de Halloween. Tenía ojos redondos y una boca sonriente, tallados con mucho cariño, pero su carita siempre se veía igual. ¡Oh, cuánto deseaba que los niños supieran lo que sentía! ¿Estaba sorprendida por un disfraz de fantasma? ¿Contenta con una canción de brujas? ¿O quizás un poquito asustada con una historia de terror? Su corazón de calabaza anhelaba mostrar todas esas emociones.