Yo soy Toalla Nube, ¡la toalla más suave y esponjosa de todo el baño! Mi trabajo es secar el agua, ¡Sssshhh-puf! Siempre estoy lista para secar manitas, caritas y burbujas. Pero un día, vi a la pequeña Ana con una cara muy, muy larga. Sus ojos estaban mojados, pero no era agua de baño. —¡Mi osito se cayó al charco! —dijo Ana, con un puchero enorme. Yo, muy curiosa, me acerqué para secar el osito, pero no era un charco de agua. ¡Qué extraño!