Topito Curioso vivía bajo la tierra, en un hogar calentito y lleno de túneles. Cada noche, antes de dormir, su pequeño corazón soñaba con ver las estrellas. Subía y subía por sus túneles, cavaba y cavaba con sus patitas fuertes, intentando alcanzar el cielo oscuro. Pero las estrellas, esas pequeñas luces brillantes, siempre parecían estar demasiado, demasiado lejos, escondidas tras la espesa tierra.