Un día, tú eras Pío, un pajarito azul brillante con un piquito amarillo, que vivía en un bosque lleno de árboles altos y verdes. Tú solo conocías una melodía, una y otra vez, una canción suave y dulce que cantabas cada mañana. Piu-piu-piu, resonaba tu voz entre las hojas. Y Pío cantaba, piu-piu-piu, su dulce canción, ¡la única que conocía!