Estás ahí, Papiro, una pequeña hoja de papel de un cuaderno, atrapada con suavidad en la rama de un árbol. ¿Sientes la brisa? ¡Swoosh! El viento te mueve, te hace ondear como una pequeña bandera blanca. Un día, mientras te balanceas, algo mágico ocurre. Escuchas un sonido muy bajito, como un susurro lejano, y de repente, ¡lo atrapas! Es una risita antigua, una que alguien olvidó en el parque hace mucho tiempo. —¿Qué es eso, Papiro? —parece decir el viento. Y tú, sin voz, sientes cómo esa risita se guarda en tus fibras.