En el Bosque Chiflado, un chorro de agua travieso ¡zas!, cayó justo sobre el nido de los Pájaros Dramáticos. Sus huevos, antes redondos y normales, empezaron a temblar.
—¡Oh, no! —gorjearon los pájaros con sus picos muy abiertos—. ¡Se están volviendo de gelatina!