¡Los erizos rodadores del Bosque Chiflado tuvieron una idea chiflada!
—¡Nos disfrazaremos de arbustos rodantes! —dijo Erizo Púas.
—¡Así nadie nos encontrará! —añadió Erizo Bola, riendo con picardía. Y empezaron a rodar, ¡shhh!
¡Una travesura que termina en una dulce sorpresa!
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