Luna es una luciérnaga pequeña. Su luz no es como la de otras, que brillan firmes y altas. La luz de Luna solo palpita, suave y delicada, como un corazón pequeñito. Ella se siente triste, un poquito melancólica, porque piensa que su luz no sirve para guiar a nadie en la noche oscura. Las otras luciérnagas trazan caminos, pero Luna solo suspira.