Hojita Viajera, una pequeña hoja de otoño con un agujerito justo en su centro, se había desprendido de su gran árbol. Flotó y flotó, aterrizando suavemente sobre la tierra fría. Se sentía tan diminuta y temía ser insignificante, aunque su corazón latía con un deseo enorme de ver el mundo, de explorar más allá de su rama. La víspera de Halloween traía un aire especial, lleno de susurros y suaves remolinos de viento que prometían magia.