En el granero, donde el heno huele a sol y los granos bailan en montones, vives tú, Timoteo, un ratón de campo con un corazón pequeño pero valiente. Te encanta explorar, ¿verdad? Un día, mientras buscabas el mejor escondite para tu merienda de avena, ¡zas!, un grano pequeño se cayó. Al apilar otros, notaste que no todos hacían el mismo ¡cric-cric!. Algunos sonaban más suaves, ¡pshhh!, otros más agudos, ¡zzzt!. Descubriste que cada sonido te hablaba, ¿no es asombroso?