Yo soy Coco, un camaleón con la piel color de tierra. ¡Un poco aburrida, la verdad! Un día, veo a Chispita, el colibrí, bailar entre flores de fuego. ¡Qué bonito! Yo quiero ser así de brillante. Me arrastro hasta una flor roja, roja como un beso de sol. Me froto, ¡frot-frot! contra sus pétalos suaves. Pero cuando miro mi piel, ¡oh! solo tengo manchitas marrones, un poco más oscuras. Chispita, con sus alas rápidas, se acerca y —¡Ji, ji, ji!— su risa suena como campanitas.