Un pequeño espíritu, hecho de hojas crujientes y musgo suave, se encontró perdido. Los caminos del bosque de Auralia se movían solos, y cada sendero era diferente al anterior.
—¿Adónde iré ahora? —murmuró el espíritu, sintiendo la humedad del aire.
Un espíritu perdido descubre un secreto acuático.
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