El Pájaro Dramático, que siempre exageraba sus vuelos, ¡ay, qué exagerado!, un día cayó de golpe en un charco de lodo. ¡Splash!
—¡Oh, no! —exclamó con sus ojos muy abiertos—. ¡Qué desastre!
Una aventura inesperada entre lodo y risitas
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