Yo soy Copito, un pequeño copo de nieve con un gran secreto: ¡no quiero derretirme! Me encanta flotar y ver el mundo. Hoy, suave, suave, suave caigo hacia un jardín brillante. Parece un lugar mágico, lleno de esculturas de hielo que brillan como pequeños cristales. Cada figura es única, como un sueño congelado esperando.
Con un suspiro de alivio, me poso delicadamente sobre una de ellas: un castillo de hielo alto y majestuoso. ¡Qué sorpresa! No me derrito. Al contrario, siento un calorcito suave y un brillo especial empieza a salir de mí, como una pequeña estrella que parpadea. Mi brillo se extiende por el castillo. —¡Qué maravilla! —pienso—. ¿A qué figura quieres que visite primero con mi luz mágica?