Esta noche es la noche más brillante, ¿sabes por qué? ¡Es Halloween! Y yo, Calambín, la calabaza más risueña de todo el huerto, siento una emoción que me hace brillar hasta el tallo, que parece un moño siempre listo para la fiesta. Miro a mis amigas calabazas, redonditas y anaranjadas, dormidas bajo la luna grande y juguetona. ¡Quiero un baile! Un baile de Halloween, con risas y giros, ¡el mejor baile que el huerto haya visto jamás!
Me acerco a la primera, Calabacita Sueño, y le canto una canción de desperezar: —¡Despierta, amiga, que la luna nos espera! Le hago cosquillas en su piel lisa, ¡shhh, shhh! ¿Y qué hace ella? Solo un pequeño ronquido: “¡zzzzzzzz!” Me río, porque es muy graciosa. Luego voy con Calabacín Rueditas, y le doy un empujoncito suave, ¡uno, dos, tres! Y ¡plof! Rueda un poquito y se queda quieto otra vez. ¡Qué difícil es despertarlas!