Sueños, un pequeño búho de suaves plumas color luna, vive en el corazón de un bosque muy, muy oscuro. Por las noches, cuando todos los demás animalitos se acurrucan, Sueños despliega sus alas, pero no para cazar. Él siente una extraña curiosidad: ¿qué pasaría si, al batir sus alas, la escarcha de las hojas bailara de una forma especial? A veces, un suave fshhh apenas se oye mientras practica en silencio, preguntándose. ¿Hay algún otro búho que haga esto? Sueños se pregunta: —¿Podrán mis aleteos hacer algo más que solo volar?
Una noche, mientras un pequeño ratoncito de campo se revuelve inquieto en su nido, Sueños decide probar. Con un fshhh-suave, aletea cerca de un helecho cubierto de rocío helado. La escarcha se despega, ¡y dibuja en el aire una pequeña nube brillante! Es una nube con forma de queso gigante. El ratoncito, con sus ojitos asombrados, pregunta: —¿Qué es esa luz tan bonita, Sueños? Y Sueños, sintiendo un cosquilleo de autoconfianza, susurra: —Es una historia, una dulce fantasía solo para ti. El ratoncito sonríe, y su sueño de queso se vuelve tan real que se duerme enseguida.