Excavino era un topo anciano, con los ojos casi apagados por la edad. Vivía en la profunda oscuridad del subsuelo, y los demás topos pensaban que era un soñador lento, pues siempre 'veía' maravillosas historias en su cabeza. Su mayor deseo era poder sentir la luz del sol una última vez, aunque fuera solo en su imaginación, como un suave recuerdo.