En el perchero vivía Copito, un gorro de lana suave. Esperaba, siempre quieto, para abrigar. Pero un día, un ratoncito curioso asomó su nariz. Era Pipo, y sus ojitos brillaban de emoción.
La curiosidad de un amigo abre un mundo de alegría.
Cuentos fresquitos que acaban de llegar a nuestra biblioteca.