En la ventana de Halloween, donde las calabazas guiñan con luz de luna, vive Seda. ¡Una arañita diminuta, muy, muy colorida, con patitas de arcoíris! Su sueño es tejer la telaraña más bonita del mundo entero. ¿Para qué? Para atrapar los dulces sueños de los niños, ¡como nubes de algodón! Con sus patitas ágiles, Seda comienza a hilar: ¡Zzzzzz! ¡Zzzzzz! ¿Será esta la telaraña perfecta?
En la ventana de Halloween, donde las calabazas guiñan con luz de luna, vive Seda. ¡Una arañita diminuta, muy, muy colorida, con patitas de arcoíris! Su sueño es tejer la telaraña más bonita del mundo entero. ¿Para qué? Para atrapar los dulces sueños de los niños, ¡como nubes de algodón! Con sus patitas ágiles, Seda comienza a hilar: ¡Zzzzzz! ¡Zzzzzz! ¿Será esta la telaraña perfecta?
Pero de repente, un viento travieso llega ¡PFFF! y desordena los hilos de Seda. La telaraña se deshilacha un poquito. —¡Oh, no! —piensa Seda—. ¡Mi telaraña! Otra vez, Seda teje y teje, con más cuidado aún. ¡Zzzzzz! ¡Zzzzzz! Pero el viento vuelve, ¡esta vez con un ¡Woooosh! más fuerte! Y la telaraña, ¡Pum!, se deshace otra vez. ¿Qué hará Seda?
Pero de repente, un viento travieso llega ¡PFFF! y desordena los hilos de Seda. La telaraña se deshilacha un poquito. —¡Oh, no! —piensa Seda—. ¡Mi telaraña! Otra vez, Seda teje y teje, con más cuidado aún. ¡Zzzzzz! ¡Zzzzzz! Pero el viento vuelve, ¡esta vez con un ¡Woooosh! más fuerte! Y la telaraña, ¡Pum!, se deshace otra vez. ¿Qué hará Seda?
Mientras Seda piensa, un pajarito curioso ¡Chirp! ¡Chirp! vuela cerca. ¡Oh, no! El pajarito ve las gotas de rocío que Seda quería de adorno y un pétalo brillante. ¡Los toma! Seda suspira. Pero entonces, ¡mira! Se da cuenta de que el viento siempre va en la misma dirección: ¡Fiuuu! siempre hacia allá. —¡Ajá! —dice Seda, con una idea brillante en su cabeza—. ¡Ya sé!
Mientras Seda piensa, un pajarito curioso ¡Chirp! ¡Chirp! vuela cerca. ¡Oh, no! El pajarito ve las gotas de rocío que Seda quería de adorno y un pétalo brillante. ¡Los toma! Seda suspira. Pero entonces, ¡mira! Se da cuenta de que el viento siempre va en la misma dirección: ¡Fiuuu! siempre hacia allá. —¡Ajá! —dice Seda, con una idea brillante en su cabeza—. ¡Ya sé!
Con una sonrisa, Seda teje una telaraña diferente. No para atrapar, ¡sino para desviar! El viento ahora ¡Fiuuu-uuu! choca y hace un remolino de hojas de colores. ¡Qué divertido! Y para el pajarito, teje otra telaraña, ¡con ramitas y hojas brillantes de regalo! Ahora, la telaraña de Seda, llena de suaves remolinos, captura los dulces sueños y los convierte en mini-nubes de algodón de azúcar que flotan por la habitación. ¡Qué noche de Halloween tan mágica!
Con una sonrisa, Seda teje una telaraña diferente. No para atrapar, ¡sino para desviar! El viento ahora ¡Fiuuu-uuu! choca y hace un remolino de hojas de colores. ¡Qué divertido! Y para el pajarito, teje otra telaraña, ¡con ramitas y hojas brillantes de regalo! Ahora, la telaraña de Seda, llena de suaves remolinos, captura los dulces sueños y los convierte en mini-nubes de algodón de azúcar que flotan por la habitación. ¡Qué noche de Halloween tan mágica!
