Verdecito es un guante de jardinero, verde, muy verde, que vive en un huerto lleno de hortalizas. ¡Qué grande es el huerto! Verdecito a veces se siente un poco torpe con sus dedos, como si no supiera qué hacer. Pero hoy, algo es diferente. Sus dedos sienten un cosquilleo muy suave cuando tocan la tierra. ¿Qué será eso tan especial? Verdecito mira las zanahorias con sus hojas verdes y los rábanos pequeños. ¡El huerto guarda muchos secretos!
3-4 años
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El Secreto Susurrante de Verdecito
Un guante torpe descubre un poder mágico para ayudar a todos.
Verdecito es un guante de jardinero, verde, muy verde, que vive en un huerto lleno de hortalizas. ¡Qué grande es el huerto! Verdecito a veces se siente un poco torpe con sus dedos, como si no supiera qué hacer. Pero hoy, algo es diferente. Sus dedos sienten un cosquilleo muy suave cuando tocan la tierra. ¿Qué será eso tan especial? Verdecito mira las zanahorias con sus hojas verdes y los rábanos pequeños. ¡El huerto guarda muchos secretos!
Verdecito decide ser valiente. ¡Es hora de una aventura! Mete sus dedos, uno, dos, tres, en la tierra suave. ¡Swoosh! Y entonces, escucha. ¡Psst, psst! Son voces diminutas, como susurros de viento.
—¡Verdecito, Verdecito! ¿Qué escuchas? —preguntan los niños curiosos que juegan cerca.
—¡Un secreto, niños, un secreto! —responde Verdecito, emocionado. ¡Es la zanahoria que le dice: "Estoy aquí, grande y naranja"! Y luego, ¡cric-cric!, un rábano le susurra: "¡Yo estoy redondito, aquí debajo!".
Verdecito decide ser valiente. ¡Es hora de una aventura! Mete sus dedos, uno, dos, tres, en la tierra suave. ¡Swoosh! Y entonces, escucha. ¡Psst, psst! Son voces diminutas, como susurros de viento.
—¡Verdecito, Verdecito! ¿Qué escuchas? —preguntan los niños curiosos que juegan cerca.
—¡Un secreto, niños, un secreto! —responde Verdecito, emocionado. ¡Es la zanahoria que le dice: "Estoy aquí, grande y naranja"! Y luego, ¡cric-cric!, un rábano le susurra: "¡Yo estoy redondito, aquí debajo!".
¡Ahora Verdecito no es nada torpe! Es un héroe con orejas en los dedos. Los niños corren con él.
—¡Uno, dos, tres, justo aquí! —dice Verdecito, señalando con su dedo verde.
Los niños meten sus manos y, ¡zas!, sacan una zanahoria enorme y un rábano rojo. ¡Qué risa! Las hortalizas sonríen, felices de salir a jugar. Y Verdecito, el guante verde, se siente fuerte y muy querido, sabiendo que su magia ayuda a su familia del huerto a encontrar tesoros bajo la tierra. ¡Qué gran día de descubrimientos!
¡Ahora Verdecito no es nada torpe! Es un héroe con orejas en los dedos. Los niños corren con él.
—¡Uno, dos, tres, justo aquí! —dice Verdecito, señalando con su dedo verde.
Los niños meten sus manos y, ¡zas!, sacan una zanahoria enorme y un rábano rojo. ¡Qué risa! Las hortalizas sonríen, felices de salir a jugar. Y Verdecito, el guante verde, se siente fuerte y muy querido, sabiendo que su magia ayuda a su familia del huerto a encontrar tesoros bajo la tierra. ¡Qué gran día de descubrimientos!
