Yo soy Telaraña, una araña muy pequeñita que vive en el techo de la sala de juegos. ¡Me encanta tejer! Siempre tejo y tejo para atrapar las moscas más perezosas. Pero un día, el sol entra por la ventana, haciendo brillar los hilos de mi casita. ¡Qué cosa tan curiosa! El sol se asoma y yo siento un ¡ZIIIING! en mis patitas.
3-4 años
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Telaraña y sus Redes de Luz
Una araña curiosa descubre la magia de tejer con el sol.
Yo soy Telaraña, una araña muy pequeñita que vive en el techo de la sala de juegos. ¡Me encanta tejer! Siempre tejo y tejo para atrapar las moscas más perezosas. Pero un día, el sol entra por la ventana, haciendo brillar los hilos de mi casita. ¡Qué cosa tan curiosa! El sol se asoma y yo siento un ¡ZIIIING! en mis patitas.
—¡Qué brillo tan loco! —digo yo, Telaraña, con una sonrisa. Intento atrapar un rayo de sol con mis hilos más fuertes. ¡Claro que sí! Mis patitas se mueven rápido, tejiendo en el aire. ¡ZIIIING-ZUM! Los niños de abajo, que jugaban con sus cubos coloridos, levantan la vista. —Mamá, ¿qué es esa luz que baila en el suelo? —pregunta una niña, señalando.
—¡Qué brillo tan loco! —digo yo, Telaraña, con una sonrisa. Intento atrapar un rayo de sol con mis hilos más fuertes. ¡Claro que sí! Mis patitas se mueven rápido, tejiendo en el aire. ¡ZIIIING-ZUM! Los niños de abajo, que jugaban con sus cubos coloridos, levantan la vista. —Mamá, ¿qué es esa luz que baila en el suelo? —pregunta una niña, señalando.
Yo sigo tejiendo, ¡qué divertido es esto! Mis hilos ahora son como atrapasoles mágicos. ¡ZIIIING-ZAS! Los rayos de sol se quedan un poquito pegados, y mi telaraña se llena de chispitas de luz. En el suelo, ¡oh, sorpresa!, aparecen círculos rojos y cuadrados azules. —¡Mira, un patrón de colores! —dice un niño, riendo, mientras las luces bailan.
Yo sigo tejiendo, ¡qué divertido es esto! Mis hilos ahora son como atrapasoles mágicos. ¡ZIIIING-ZAS! Los rayos de sol se quedan un poquito pegados, y mi telaraña se llena de chispitas de luz. En el suelo, ¡oh, sorpresa!, aparecen círculos rojos y cuadrados azules. —¡Mira, un patrón de colores! —dice un niño, riendo, mientras las luces bailan.
Con cada nuevo hilo que tejo, ¡PLIM!, un nuevo color. ¡ZIIIING-PLIM! Los niños ya no miran el techo, sino el suelo. ¡Ahora entienden el secreto! —¡Es Telaraña! ¡Telaraña teje luces! —gritan, y empiezan a saltar y a bailar con los brillos que cambian. Y yo, Telaraña, sigo tejiendo, ¡feliz de hacer la sala de juegos más brillante y divertida!
Con cada nuevo hilo que tejo, ¡PLIM!, un nuevo color. ¡ZIIIING-PLIM! Los niños ya no miran el techo, sino el suelo. ¡Ahora entienden el secreto! —¡Es Telaraña! ¡Telaraña teje luces! —gritan, y empiezan a saltar y a bailar con los brillos que cambian. Y yo, Telaraña, sigo tejiendo, ¡feliz de hacer la sala de juegos más brillante y divertida!
